Clínica especializada en Otoplastia en Oviedo
Especialistas en Cirugía de Orejas
Otoplastia
- Qué es la Otoplastia
- Orejas de Soplillo
- Cómo se hace una otoplastia
- Cuidados postoperatorios de la otoplastia
Beneficios
- Cambia la forma, tamaño y simetría de las orejas
- Corrige las orejas de soplillo despegadas de la cabeza
- Mejora tu imagen y recupera tu autoestima
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1. Introducción
La otoplastia es una operación quirúrgica cuyo objetivo es corregir defectos estéticos de las orejas, por ejemplo, la separación o su excesivo tamaño, que son un motivo de complejo en los pacientes, desde edades tempranas.
La otoplastia se practica en el cartílago de la parte posterior de la oreja, por lo que las cicatrices quedan ocultas. Es sencilla, poco invasiva, puede realizarse a partir de los seis años de edad y aporta una gran tasa de satisfacción.
La otoplastia es una intervención sencilla con muy buenos resultados, que puede practicarse a partir de los seis años.
2. Nuestra filosofía a la hora de practicar otoplastias
El doctor Federico Rehberger apuesta por la innovación, la formación y la experiencia que precisa cualquier tratamiento de cirugía estética. Nuestra filosofía a la hora de practicar otoplastias se sustenta en cuatro puntos:
2.1 La otoplastia adecuada para cada paciente
La otoplastia más frecuente es la que modela el cartílago de la oreja para terminar con el efecto de orejas despegadas u orejas de soplillo. Pero este efecto puede deberse a distintas causas. Las más comunes son dos: el poseer un cartílago conchal demasiado grande o la ausencia del llamado pliegue del antehélix (una especie de onda que se forma en la parte media de la oreja y que, si no existe, provoca que el pabellón se despegue de la cabeza).
El cirujano debe conocer las técnicas aplicables a cada caso y, además, practicar la corrección con el criterio adecuado para que se adecúe a la fisonomía de cada paciente.
2.2 Otoplastia sin prisas
Terminar una operación con la mayor brevedad posible siempre es algo positivo. Pero en el caso de las otoplastias, hay un factor que nos invita a tomarnos nuestro tiempo para que el resultado sea inmejorable: la simetría.
Cuando el cirujano se da por satisfecho con una oreja, tiene que repetir la intervención en la otra. Un buen cirujano no dará por acabada una operación hasta que ambas no presenten el mismo aspecto y colocación. Es decir, hasta que no mantengan simetría.
2.3 Comunicación entre el cirujano y el paciente
El diálogo sincero entre el cirujano y el paciente es crucial. El cirujano debe conseguir que el paciente entienda a qué resultados se puede aspirar, con realismo, y qué estrategias hay que seguir para lograrlos. Deberá también explicar pormenorizadamente los pasos a dar.
2.4 Otoplastia con sedación consciente
La sedación consciente es una técnica anestésica de última generación, que evita el ingreso hospitalario del paciente. Reduce el dolor y la ansiedad, simplifica las intervenciones y permite una reanimación más rápida, comparada con la anestesia general.
Hay varios tipos de otoplastia, adecuados para cada fisonomía.
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3. Así practicamos la otoplastia
El objetivo de las otoplastias más comunes es el de conseguir modelar el cartílago a nuestro gusto, a pesar de su tendencia a regresar a su posición original (una propiedad que llamamos memoria). Por eso, a pesar de ser una operación sencilla, el cirujano necesita pericia para dominar esa memoria mediante el bisturí, el limado o la sutura.
3.1 Diagnóstico y planificación
Los primeros encuentros con el cirujano son cruciales para entender qué espera el paciente y qué resultados se pueden conseguir. Un primer contacto puede darse a través de videoconferencia.
A partir de ese momento, el doctor examinará la fisonomía de las orejas del paciente para obtener buenos resultados. Una oreja debe tener una separación de unos 12 milímetros en el tercio superior y unos 17 en el tercio medio. El lóbulo, asimismo, también debe mantener una distancia óptima.
3.2 Sedación consciente
Evitar dolor y ansiedad al paciente y conseguir que se perciba la cirugía como un proceso no agresivo es el objetivo último de una buena sedación.
En la clínica del doctor Federico Rehberger, la doctora anestesista Itziar Tranche es experta en técnicas de sedación consciente que evitan el ingreso hospitalario, sin dolor ni ansiedad.
La única preparación necesaria en una intervención con sedación consciente es que el paciente se mantenga en ayunas desde 8 horas antes de la intervención. Además, la presencia del anestesista en quirófano aporta todas las garantías de seguridad.
3.3 Modelado del cartílago y sutura
Como hemos dicho más arriba, la técnica utilizada para una otoplastia puede cambiar en función de la fisonomía de cada oreja y los defectos estéticos que pueda presentar. Casi todas las técnicas comienzan con una incisión en la parte posterior de la oreja (en el punto en que la oreja se une al cráneo), de arriba abajo, para levantar la piel y acceder al cartílago que debemos modelar.
En caso de un cartílago hipertrofiado, es decir, demasiado grande, el cirujano puede recortarlo, para que el tercio medio no quede tan separado del cráneo.
En el caso de ausencia del pliegue del antehélix (que, como hemos explicado, obliga a la oreja a separarse del cráneo), el cirujano optará por recrear este pliegue. Para ello practicará incisiones, limados y suturas. Necesitará de toda su habilidad para compensar esa memoria del cartílago que, como decíamos, es la tendencia que tiene éste a volver a su posición original.
En el caso de necesitar un modelado del lóbulo, también existen técnicas apropiadas de lobuloplastia. Por último, el cirujano cierra la primera incisión con una sutura que quedará oculta tras la oreja.
3.4 Comprobación de la simetría
El cirujano tendrá que replicar la misma intervención en ambas orejas, que deben quedar totalmente simétricas.
Por eso es importante que se tome todo el tiempo del mundo en operar, comprobar los resultados y, si es necesario, deshacer y rehacer.
Una intervención suele durar unos 45 minutos por cada oreja, pero si debe prolongarse más de lo esperado, a fin de perfeccionar la simetría, se hará.
La sedación consciente permite realizar la cirugía sin ingreso hospitalario, sin dolor y sin ansiedad.
La recuperación del paciente es rápida, los riesgos bajos, y las cicatrices quedan ocultas tras las orejas.
4. ¿Cómo es la recuperación y el cuidado postoperatorio en una otoplastia?
4.1 Recuperación
- Tras una otoplastia el paciente pueda recuperar sus rutinas en un período notablemente corto.
- Toda cirugía afronta ciertos riesgos. En el caso de la otoplastia, no son frecuentes. Los más comunes son el leve riesgo de infección o inflamación, siempre presentes en una cirugía.
- Las cicatrices quedan ocultas en la parte trasera de la oreja, por lo que resultan invisibles.
- Por otra parte, las asimetrías, sobrecorrecciones u otros problemas consecuencia de errores durante la ejecución, son reversibles.
4.2 Cuidados postoperatorios y citas
- En el postoperatorio inmediato el paciente llevará unos vendajes que se componen de unos apósitos empapados en Betadine adheridos a cada oreja, que se cubren a su vez de una almohada de gasas. Una cinta de tipo tenista cubre y sujeta esa acumulación. Este vendaje es importante para marcar los surcos neoformados. Se debe mantener de dos a cuatro días, los primeros tras la operación.
- Tras ese tiempo, se concertará la primera visita. En ella se retira la almohada de gasas, pero se dejará la cinta de tenista durante siete días. El paciente deberá llevarla 24 horas al día durante esa primera semana.
- Tras esa primera semana, el paciente podrá ponerse la venda solo para dormir. Esto es importante para evitar posiciones que debiliten las suturas y hagan que la oreja vuelva a su posición previa a la operación.
- A los quince días, los pacientes con una evolución más rápida podrán ver sus orejas en un estado casi definitivo. En ese momento será cuando se concierte la visita para retirar los puntos. En algunos casos podría surgir hematoma; el cirujano valorará cómo proceder. Otro problema que se presenta con cierta frecuencia, pero en absoluto grave, es la aparición de pequeñas ampollitas que requerirán de una reepitelización progresiva.
- A los dos meses se concierta la cita definitiva en la que hacemos una exposición de fotos del paciente antes y después de la operación, para tener una idea clara del resultado.