Índice de contenidos
- 1 ¿Te estás preguntando si llevar piercings puede ser peligroso para tus dientes? Pregunta a una especialista
- 1.1 ¿Cuáles son los tipos de piercings orales que más demandan actualmente los jóvenes?
- 1.2 Es decir, que por un lado está el tipo de piercing y, por otro lado, el lugar de la boca donde se coloca
- 1.3 Pero los piercings orales no se limitan a la lengua, ¿verdad?
- 1.4 Habitualmente te preguntan si los piercings orales pueden provocar problemas y complicaciones en la boca. ¿Cuál es tu respuesta?
- 1.5 Vamos a repasar una por una esas complicaciones que pueden venir asociadas a la colocación de piercings orales. ¿Cuál pondrías la primera de la lista?
- 1.6 ¿Qué ocurre con la inflamación?
- 1.7 ¿Con qué frecuencia un piercing oral provoca infecciones?
- 1.8 ¿Problemas en el corazón relacionados con infecciones en la boca?
- 1.9 Otra de las preguntas que se hacen a menudo es la posibilidad de sufrir alergias a los metales de los que están hechos los piercings. ¿Es una realidad?
- 1.10 ¿Qué hay de los traumatismos y fracturas dentarias que tan a menudo se ven en los usuarios de piercings?
- 1.11 Muchas veces vemos cómo los piercings colocados en otros lugares del cuerpo, como las orejas o la ceja, pueden llegar a producir alteraciones en el tejido. ¿Ocurre lo mismo cuando el piercing es oral?
- 1.12 ¿Además de esas alteraciones, pueden comprometer o alterar las funciones orales?
- 1.13 Como conclusión, ¿qué sueles recomendar a las personas que están pensando ponerse un piercing oral?
- 1.14 ¿Tienes alguna pregunta?
¿Te estás preguntando si llevar piercings puede ser peligroso para tus dientes? Pregunta a una especialista
Una de las preguntas que más nos formulan los jóvenes es cuánto hay de cierto en los rumores que afirman que los piercings en la cavidad oral pueden suponer problemas de salud. Los piercings en labios, mejillas en incluso lengua son un elemento muy de moda. Para muchas personas lucirlos es importante, e incluso se convierten en un rasgo de identidad. Pero no dejan de ser un objeto ajeno a nuestro organismo. Y, por ello, generan dudas. Nuestra experta en estética dental y odontopediatría, Karla González, nos ayuda a resolverlas en esta entrevista.
La palabra piercings proviene del inglés, del verbo pierce, penetrar. La perforación de diferentes partes del cuerpo para colocar pendientes se practica desde épocas ancestrales en muchas culturas diferentes.
En la antigüedad, era una costumbre arraigada en muchas comunidades que podían estar alejadas de nuestra cultura. Pero actualmente se está prodigando en el mundo occidental.
Por eso, interponer un cuerpo extraño en los tejidos de nuestra cavidad bucal es normal que suscite dudas en algunos jóvenes (y en sus padres). Hemos propuesto un cuestionario a la odontóloga Karla González, especialista en odontología estética, para tratar de encontrar una respuesta a las preguntas que se hacen muchos pacientes.
¿Cuáles son los tipos de piercings orales que más demandan actualmente los jóvenes?
Si nos referimos a los piercings que atraviesan algún tejido de la cavidad oral, encontramos tres tipos:
El primero es el labrette, una barra limitada en un extremo por una esfera y en el otro por un cierre en forma de un disco plano y liso; este tipo de piercing se coloca sobre todo en el labio inferior.
Después encontramos el barbell, una barra, curva o recta, limitada por dos esferas, una en cada extremo. Una de estas esferas es el cierre. El barbell normalmente se coloca en la lengua. Inicialmente se mantiene con un tallo más largo y a las dos semanas –aproximadamente- se reemplazan por otros con el tallo más corto.
Por últimos, están los clásicos anillos, diseñados para los labios y menos a menudo en zonas laterales de la lengua.
Es decir, que por un lado está el tipo de piercing y, por otro lado, el lugar de la boca donde se coloca
Exacto. La localización de los piercings también varía. La lengua es la zona más usual. En ella se pueden hacer dos tipos de perforaciones: dorsoventral o dorsolateral.
La zona dorsoventral es el centro de la lengua. En ella suelen colocarse barbells. En la zona dorsolateral o en la punta de la punta de la lengua es más habitual colocar anillos.
Pero los piercings orales no se limitan a la lengua, ¿verdad?
También son son comunes en el labio. Éste puede perforarse en cualquier punto de su perímetro, alrededor del borde. Es común encontrar anillos cerca de la comisura labial y labrettes en el centro del labio inferior.
Otra zona, aunque menos común, son las mejillas. Aquí la perforación llega hasta la mucosa yugal y el piercing es externo. Hay otros más extremos, como los que se colocan en el frenillo lingual, pero no es frecuente encontrarlos.
Habitualmente te preguntan si los piercings orales pueden provocar problemas y complicaciones en la boca. ¿Cuál es tu respuesta?
Pues, lamentablemente, mi respuesta es que sí. No es tan frecuente pero, como cualquier objeto que atraviese nuestros tejidos, los piercings pueden producir complicaciones. Por ello aconsejamos, a quien desee colocarse uno, que escoja un establecimiento que cumpla con todas las exigencias y que tome muchísimas precauciones.
Vamos a repasar una por una esas complicaciones que pueden venir asociadas a la colocación de piercings orales. ¿Cuál pondrías la primera de la lista?
En primer lugar, indistintamente, las hemorragias y la inflamación. Las hemorragias son muy posibles durante la perforación, especialmente en un órgano tan vascularizado (lleno de vasos sanguíneos) como es la lengua, por ejemplo. Si la aguja traspasa alguna estructura vascular, habrá que detener la hemorragia. Pero la verdad es que, aunque algunos sangrados extremos precisan atención sanitaria inmediata, la hemorragia puede controlarse en la mayoría de las ocasiones.
¿Qué ocurre con la inflamación?
A las 6-8 horas tras una perforación lingual los tejidos circundantes empiezan a inflamarse. Este proceso se incrementa durante los 3 o 4 días siguientes. Los efectos pueden prolongarse algunas semanas. En casos extremos, la lengua gravemente inflamada puede bloquear la vía respiratoria y causar dificultad para respirar.
¿Con qué frecuencia un piercing oral provoca infecciones?
Entre un 10% y un 20% de todos los piercings se infectan localmente. No suelen ser graves, pero las infecciones siempre tienen la posibilidad de descontrolarse. Incluso pueden provocar una grave infección del endocardio valvular en personas que sufren alteraciones cardíacas previas.
¿Problemas en el corazón relacionados con infecciones en la boca?
Si.
Sí, en función del tipo de material del piercing, puede aumentar el riesgo de irritaciones crónicas o de hipersensibilidad al metal.
Es otra complicación. De hecho, los traumatismos y facturas son las lesiones más frecuentes descritas por el uso de los piercings intraorales. El hábito de empujar y jugar con el pendiente contra los dientes o, simplemente, el hecho de tener un objeto extraño en la boca puede ocasionar fracturas, fisuras, abrasiones o desprendimientos de pequeños fragmento de esmalte. Esto deriva en una sensibilidad a substancias frías o dulces y en la aparición de dolor al ejercer presión en el diente afectado. En los portadores de coronas de porcelana o con hábitos parafuncionales como el bruxismo, aumenta mucho el riesgo de fracturas o desgastes.
Muchas veces vemos cómo los piercings colocados en otros lugares del cuerpo, como las orejas o la ceja, pueden llegar a producir alteraciones en el tejido. ¿Ocurre lo mismo cuando el piercing es oral?
Un traumatismo metálico continuado contra la encía puede causar una leve, moderada o severa recesión. Este tipo de lesiones se relacionan en un 64% de casos con el uso de piercings linguales y en un 35% con los colocados en el labio inferior.
Los piercings colocados en la lengua provocaban la recesión en la cara interna de los incisivos inferiores; mientras que los colocados en el labio inferior provocaron recesiones en la cara exterior de los incisivos inferiores.
La migración de la encía, aparte de problemas estéticos, puede provocar una erosión de la superficie del diente aumentando la sensibilidad y una predisposición a la caries en la zona expuesta.
¿Además de esas alteraciones, pueden comprometer o alterar las funciones orales?
Por un lado, es posible que se produzca un aumento de la producción de saliva. El contacto de un piercing metálico en la boca puede estimular la salivación, o que la saliva se vuelva más fluida.
Por otra parte, el habla, la masticación y la deglución también pueden verse alteradas. Si piercing obstaculiza el habla al interferir los movimientos normales de la boca, provocará defectos en la pronunciación. También la masticación y la deglución queda´ran comprometidas si se interpone el objeto.
Por último, no hay que descartar las ingestiones. Si el piercing está mal fijado, que se suelte y se trague es un riesgo muy real. Esto ocasionaría lesiones en el aparato respiratorio o digestivo. El riesgo también existe durante la colocación o cuando se somete al piercing a mucha presión, por ejemplo al comer.
Como conclusión, ¿qué sueles recomendar a las personas que están pensando ponerse un piercing oral?
A esas personas, o a las que ya sean portadores, les digo que deben conocer los posibles riesgos de la colocación y el mantenimiento de los piercings orales. Es siempre recomendable consultar a un odontólogo, previamente a la colocación, ya que será él quien nos puede informar de todas las repercusiones que ésta práctica puedan ocasionar.