Descubre todo lo que tienes que saber sobre el blanqueamiento dental

El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más demandados en cualquier clínica odontológica. Tanto es así, que muchas marcas tratan de convencer a los consumidores de que pueden lograr los mismos efectos en su casa, sin más ayuda que la de sus productos parafarmacéuticos. Los dientes pueden perder su blancura por muchos motivos. Sin bien es cierto que en muchos casos se puede devolver su color original, el tratamiento siempre debe ser prescrito por un profesional, tras un diagnóstico preciso.

El blanqueamiento dental tiene un impacto directo en la estética de tu rostro

La sonrisa es la primera muestra de expresividad visible, una especie de carta de presentación personal. Al sonreír, una dentadura blanca se asocia a salud y a limpieza. Sin embargo, si algún diente se muestra amarillento, si hay manchas o si la dentadura, en su conjunto, ha perdido el tono marfil original, el impacto pesa sobre la estética de todo el rostro.

Son los mismos pacientes los primeros en darse cuenta de este impacto. Y por eso el blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más solicitados en las clínicas odontológicas: porque es sencillo, rápido e indoloro.

Sin embargo, muchos pacientes ignoran que detrás de un blanqueamiento eficaz, se esconde un diagnóstico preciso. No todas las personas deben someterse al mismo blanqueamiento por igual. Y no todos los blanqueamientos son igualmente eficaces para todas las personas.

«La alteración del color de los dientes puede deberse a muchas causas, por lo que no no existe una solución única. Es importante realizar un diagnóstico previo». Dr. Guillermo Rehberger.

Motivos por los que se pierde el blanco de los dientes

El desgaste natural

Cada persona posee un tono diferente de color en sus dientes. Este tono viene dado por el grosor y la composición de la dentina, que es el tejido que encontramos tras el esmalte dental, el cual es translúcido. La dentina no es de color blanco puro, sino amarillento. Los dientes de leche poseen una menor concentración de dentina, por lo que muestran un croma más blanco. Pero al adoptar la dentición permanente, la sonrisa adquiere un tono amarfilado.

Con el paso del tiempo, la dentadura se desgasta y esos tonos amarfilados van haciéndose más amarillentos, dando la impresión de pérdida de blancura. Esto no tiene nada de inusual y es fácilmente corregible con un blanqueamiento externo. Pero no siempre resulta así de sencillo.

Hábitos de vida perjudiciales para el color natural de los dientes

Los hábitos de vida pueden acelerar o frenar la pérdida de blancura. El consumo de determinados alimentos ricos en pigmentos, como café o frutas, contribuyen a la pérdida de coloración. Si además son sustancias abrasivas, como el ácido cítrico, acelerarán el desgaste del esmalte, perdiendo también el tono blanco de los dientes.

Por otra parte, algunos medicamentos, el exceso de flúor, el tabaco o una mala higiene también son factores que perjudican el color natural de los dientes. Asimismo, una gran variedad de enfermedades sistémicas incluyen la alteración del color dental entre sus síntomas.

Oscurecimiento de los dientes no vitales

Llamamos dientes no vitales a aquellos cuyos nervios, insertos en la pulpa dental, han dejado de funcionar por diferentes motivos. Por ejemplo, al practicar una endodoncia, el odontólogo desactiva el nervio de la pieza dental para combatir una afección.

Cuando un diente muere, tiende a oscurecerse con el paso del tiempo, creando un contraste con el resto de las piezas dentales que afea la sonrisa. Un traumatismo es otro de los motivos por los que un diente puede necrosar y oscurecerse, o bien calcificarse, amarilleando con el tiempo.

El tratamiento que se prescribe en estos casos para devolver el color original al diente es el blanqueamiento interno, del que hablaremos más adelante.

¿Todo el mundo puede hacerse un blanqueamiento dental?

El dictamen de un odontólogo profesional es imprescindible para someterse a un blanqueamiento dental

La demanda de blanqueamientos dentales ha conducido a muchas marcas de productos de parafarmacia a lanzar al mercado soluciones milagrosas para lograr una sonrisa blanqueada sin acudir al odontólogo, como pastas blanqueadoras. Sin embargo, estos productos no solo no funcionan, sino que provocan un efecto más grave: la impresión en el paciente de que todos los blanqueamientos son iguales y que todas las personas pueden acceder a uno sin riesgo.

Todo lo contrario: es imprescindible que un blanqueamiento esté supervisado por un buen profesional, que realice un diagnóstico en las primeras visitas. Así se garantiza que el paciente cumple todas condiciones para blanquearse los dientes con total seguridad. De hecho, hay pacientes a los que, tras un examen, se les contraindica el blanqueamiento por motivos de salud bucodental.

Hay que insistir en que los únicos productos blanqueadores que funcionan son tan potentes que su venta no está permitida al público general, y deben ser utilizados bajo la estricta supervisión de un odontólogo.

Estos son los motivos por los cuales tendrías que renunciar a blanquearte los dientes

Si tus dientes muestran un exceso de placa bacteriana, encías estropeadas y problemas periodontales, obturaciones filtradas o caries, no es conveniente que te sometas a un blanqueamiento dental. Antes de ello, tendrás que solucionar tus problemas de salud bucodental, pues son mucho más urgentes que lucir una sonrisa blanqueada.

Otros motivos que pueden contraindicar un blanqueamiento son la hipersensibilidad, el exceso de sangre (hiperemia), la pérdida grave de esmalte o fisuras en el mismo, etc. Estas circunstancias son las que hacen que sea vital dejar el tratamiento blanqueador en manos de profesionales acreditados y serios.

No todas las sonrisas precisan del mismo tipo de blanqueamiento dental

Pero el dictamen de un odontólogo no sólo resulta indispensable para determinar si un paciente es apto para un blanqueamiento. También es el odontólogo quien elabora un estudio previo inicial, que acabará dando un diagnóstico fiable. Puede apoyarse en pruebas radiológicas y fotografías.

Asimismo, registrará el tono exacto de los dientes mediante una guía de colores, o “pantonero”. Por último, precisará qué tipo de tratamiento ha de realizarse, dependiendo del problema que haya causado la decoloración.

«El blanqueamiento interno es muy eficaz en dientes no vitales. Es un procedimiento muy rápido, indoloro y seguro. Apenas invasivo. No hay riesgo de lesión par ala pieza dental». Dr. Guillermo Rehberger.

Blanqueamiento dental externo

El blanqueamiento externo es el más común y conocido. Se utiliza para corregir la alteración del tono de los dientes debida al desgaste, al paso del tiempo y al consumo de alimentos con pigmentos, como café y fruta. Se realiza sobre la totalidad del arco dental, dejando fuera los molares, que apenas resultan visibles.

En él se suele aplicar peróxido de carbamida mediante diferentes técnicas. A continuación, este compuesto se fija mediante una potente luz o, en algunos casos, láser. Es habitual que al paciente se le expliquen instrucciones precisas para que refuerce el tratamiento en su casa, mediante unas férulas diseñadas ad hoc para continuar con las aplicación de productos durante unas semanas.

Blanqueamiento dental interno

Como hemos explicado más arriba, el blanqueamiento interno se practica únicamente en dientes  no vitales. Sería inútil someter a estos dientes con el nervio “muerto” a un blanqueamiento externo, puesto que el motivo de su decoloración se halla en la pulpa dental, es decir, en sus entrañas. Por este motivo, el blanqueamiento interno no se realiza sobre el arco dental completo, sino sobre la pieza no vital que se ha decolorado.

Esta técnica consigue insertar un producto blanqueador dentro del propio diente para modificar el color de la dentina. El procedimiento es rápido y mínimamente invasivo: en primer lugar, se abre la cavidad de la pulpa dental;  a continuación, se limpia la cavidad de restos de tejido necrosado y otros restos que puedan alterar la pigmentación; por último, se inyecta el gel blanqueador y se sella con cemento.

Cabe precisar que ambos tratamientos, interno y externo, son perfectamente compatibles: un paciente puede someterse a los dos prácticamente al mismo tiempo.

«El blanqueamiento externo es el más común, uno de los tratamientos más solicitados. Pero resulta ineficaz si la decoloración del diente se debe a una endodoncia o a un traumatismo». Dr. Guillermo Rehberger.

¿Cómo puedo hacer que dure mi nuevo blanqueamiento dental?

Al igual que la decoloración de los dientes, la duración del posterior blanqueamiento dental depende de los hábitos de cada persona. Si se evitan alimentos y sustancias que pigmenten el esmalte, como el alcohol, el café o el tabaco, el efecto se mantendrá más tiempo. Si a esto le sumamos una higiene apropiada, esa sonrisa sana y limpia podría durar hasta dos años.

Y más aún si programas sesiones de refuerzo, en el que caso de que el dentista te las recomiende en alguna de tus revisiones periódicas.