¿Cómo escoger la mejor clínica para un implante dental?

Desde su introducción, el implante dental es una de las innovaciones sanitarias que más ha contribuido a preservar la calidad de vida de las personas. Ya casi no recordamos la época en la que la edad, la enfermedad o los accidentes provocaban serias dificultades para masticar a aquellos que perdían sus piezas dentales. Por eso se han popularizado tanto. Pero una elevada demanda suele venir acompañada de una nutrida oferta. Actualmente, abundan las clínicas que prometen implantes a buen precio. Pero no es oro todo lo que reluce. Y no todos los implantes que se ofrecen, o las técnicas para colocarlos, son dignos de confianza. En este post analizamos a qué elementos debes prestar atención cuando necesites un implante dental.

El implante dental: una innovación odontológica que mejora la calidad de vida

¿Recuerdas cuando no existían los implantes dentales?

Ya casi no recordamos aquellos en los que la pérdida de varias piezas dentales significaba una importante tara en la vida cotidiana. La edad, ciertas patologías o los traumatismos, podían lastrar la masticación para siempre. El paciente quedaba obligado a privarse de ciertos alimentos y tenía un mayor riesgo de sufrir problemas gástricos e intestinales.

La pérdida de dientes también acarreaba problemas estéticos, con un envejecimiento facial prematuro, y de autoestima. Ahora ya es difícil encontrar aquellas “caras de abuelo”.

El implante dental llegó para cambiar todos esos problemas. Que cualquier paciente pudiera conservar una dentadura perfectamente funcional para la masticación, y un rostro más joven, suponía una mejora de la calidad de vida incuestionable.

Muy pronto, la demanda de implantes dentales se disparó. Y con ella, llegaron miles de ofertas. Algunas de ellas, estimables. Otras, no tanto.

La importancia de escoger una buena clínica que garantice el éxito de tu implante dental

A la hora de someterte a un implante, resulta fundamental saber distinguir: por un lado, están las clínicas serias, con una reputación incuestionable y una tasa de éxito cercana al 100%; por otro lado, lamentablemente, también existen profesionales que no pueden garantizar un servicio de máxima calidad, y, guiados únicamente por la ambición de hacer negocio, incurren en riesgos innecesarios.

A fin de cuentas, la implantología no deja de ser una técnica quirúrgica. Poner un implante requiere de un equipo profesional competente, de un procedimiento ajustado a la medida de cada dentadura y de una serie de técnicas y tecnologías que minimicen riesgos y garanticen el éxito.

No escojas una clínica que venda implantes dentales, escoge una clínica que practique la implantología

De todos los consejos que vamos a dar, quizá este sea el más importante. Las clínicas dentales profesionales, aquellas en las que puedes confiar, practican implantología. No se limitan a “vender implantes”.

La implantología es una disciplina de la odontología

La implantología no consiste únicamente en la “fabricación y venta de implantes dentales”. En sentido estricto, la implantología es un área de conocimiento incluida dentro de la odontología. Su objetivo es estudiar cómo algunos materiales interactúan con el tejido orgánico de nuestra boca (hueso y encía) para facilitar la reconstrucción de la dentadura.

La implantología dental moderna comenzó a introducirse a partir de 1981, con los primeros implantes de titanio. Y en menos de medio siglo ha evolucionado hasta casi facilitar que cualquier paciente se pueda colocar un implante (gracias, por ejemplo, a los implantes cigomáticos).

«Colocar un implante, aunque es algo común, no deja de ser una intervención compleja. Es cirugía. Cuando nos presentamos a los posibles pacientes, les dejamos claros que nosotros no les estamos vendiendo un implante, como quien cambia las ruedas del coche. Le estamos ofreciendo todos nuestros conocimientos y experiencia en implantología». Dr. Guillermo Rehberger.

La implantología requiere de un profundo conocimiento de cada caso a tratar y de multitud de técnicas

No hay dos pacientes iguales. Ni dos bocas iguales. Ni hay dos maxilares iguales. Por tanto, no puede haber dos implantes idénticos para dos pacientes diferentes.

La práctica de la implantología implica un estudio minucioso tanto del problema del paciente como de su fisionomía. Si además la clínica dental domina la implantología, dispondrá de un amplio abanico de técnicas para escoger la más adecuada para cada paciente.

Por eso, es imposible que una clínica seria te ofrezca un precio cerrado por cada implante, antes de conocer tu caso. Si ves anuncios de implantes dentales en los que se precisa el precio, antes de examinar tu situación, desconfía.

Confía en la clínica que domine las técnicas más eficaces y actualizadas para colocar implantes dentales

Como decíamos, el dominio de una serie de técnicas innovadoras mejorará las opciones de éxito del implante y minimizará las molestias del paciente. Todas las técnicas que a continuación explicamos son ampliamente conocidas en la Clínica Rehberger López-Fanjul, donde las practicamos habitualmente. Además, podríamos incluir otras, de uso menos frecuente, pero a las que se puede recurrir en caso de necesidad, o de requerirlo el paciente, como, por ejemplo, la implantología guiada, las técnicas de expansión ósea, el injerto de hueso, etc…

Aunque no necesites implantología avanzada, es buena señal que una clínica ofrezca implantes cigomáticos

Comenzamos el post recordando aquella época en la que no existían los implantes dentales. Esos años quedan ya atrás. Pero la implantología avanzada es más reciente. No hace tanto tiempo que, una persona con carencias en el volumen de su masa ósea, no podía someterse a un implante.

Actualmente, la innovación también ha venido a subsanar ese problema. Técnicas avanzadas, como la implantología cigomática, garantizan la reconstrucción de la dentadura incluso en casos difíciles.

Sin embargo, esta técnica no es tan sencilla. No resulta excesivamente agresiva para el paciente. Pero sí requiere de unos profesionales, sobre todo de expertos en cirugía maxilofacial, que sepan lo que están haciendo. Esto es así porque la intervención se realiza en zonas delicadas, próximas, por ejemplo, a la órbita del ojo.

Por tanto, si una clínica te garantiza que tiene capacidad para realizar un implante cigomático, te está dando pistas de que puede responder a las máximas exigencias. Como consecuencia de esto, podrás confiar en que sus profesionales dominarán las técnicas más sencillas. Y te sentirás más seguro en sus manos.

Pregunta siempre por las técnicas de anestesia que la clínica dental utiliza para las intervenciones implantológicas

Lo hemos dicho muchas veces: el tipo de anestesia que se administra supone una gran diferencia para el paciente.

Gracias a técnicas como la sedación consciente, que empleamos en la Clínica Rehberger López-Fanjul, un paciente puede someterse a una intervención sin ningún riesgo ni dolor, en menos tiempo y con la posibilidad de reanudar sus rutinas cuanto antes.

La práctica de estas técnicas tiene otra ventaja: garantiza la presencia de un anestesista durante la intervención, lo que reduce notablemente los riesgos. Por tanto, vale la pena informarse sobre qué tipo de anestesia utilizará la clínica antes de ponerte en sus manos.

La regeneración con plasma facilita la integración del implante dental y reduce el dolor del paciente

La sedación consciente se administra por vía intravenosa. Esto exige “coger una vía” al paciente. Lejos de ser una inconveniente, tener una vía habilitada facilita la práctica de otra técnica que está revolucionando los resultados de las intervenciones implantológicas. Nos referimos a la regeneración con plasma.

A través de esa vía, se extra un poco de sangre que se centrifuga y se trata adecuadamente para extraer el llamado plasma rico en factores de crecimiento. Ese plasma se reutiliza en las zonas donde se está ejecutando la intervención.

El efecto es muy notable: el plasma rico en factores de crecimiento es: antipatógeno, por lo que previene infecciones; antiinflamatorio, por lo que reduce dolor y facilita una pronta recuperación; regenerador de tejido, por lo que facilita y acelera la integración del implante dental en el hueso alveolar, donde debe alojarse (osteointegración).

El implante dental inmediato reduce las intervenciones quirúrgicas y favorece los casos de éxito

La implantología ha avanzado mucho desde su introducción. Una de las cosas en las que ha mejorado notablemente es en los tiempos de espera. Anteriormente, si el implante necesitaba de la extracción previa de alguna pieza dental, había que esperar meses hasta la cicatrización del tejido. Eso provocaba que el hueso alveolar (aquel donde debe integrarse el implante) se quedase sin riego sanguíneo durante demasiado tiempo, lo que restaba posibilidades de éxito a la intervención.

Hoy día una clínica dental competente puede realizar el implante en el mismo momento de la extracción. Es lo que se denomina implante inmediato.

Para realizar un implante inmediato, se intenta preservar parte del hueso que queda tras la extracción del diente. Por ejemplo, si una muela tiene tres raíces, el implante se coloca sobre la raíz que haya dejado más hueso natural tras la extracción. El mismo implante evita que el alveolo del hueso colapse (que se quede sin riego), por lo que el tejido podrá integrarse mejor con el implante. Y si se añade plasma rico en factores de crecimiento, el resultado es aún mejor.

Pero no estamos mencionando la mayor ventaja del implante inmediato: que reduce el número de intervenciones quirúrgicas en la boca. Por tanto, es más que recomendable que confíes en una clínica que sea capaz de llevar a cabo esta práctica. En la Clínica Rehberger López-Fanjul, el 99% de los implantes se colocan siguiendo esta técnica.

«A pesar de que el procedimiento habitual es el de un implante estándar, creemos que una clínica debe estar preparada para hacer frente a situaciones fuera de lo común: implantes cigomáticos, técnicas de expansión ósea, injertos de hueso, etc. Cuando un clínica, como la nuestra,  tiene suficiente capacidad para salvar cualquier obstáculo y domina todas las técnicas, el éxito en un implante convencional está casi garantizado al 100%». Dr. Guillermo Rehberger.

La carga inmediata tras un implante dental soluciona un incómodo problema estético

Tras colocar el implante, llega un tiempo de espera ineludible. El plazo de la llamada osteointegración. Como su propio nombre indica, la osteointegración es el periodo en el que el material ajeno a nuestro cuerpo va quedando integrado en nuestro propio tejido óseo y blando (encías).

Durante este tiempo, el paciente tiene colocado el implante, pero no la prótesis definitiva. Es decir, dispone de un lugar donde colocar un nuevo diente artificial, pero ha de esperar para poder colocarse este nuevo diente, pues el implante aún no está integrado al 100%.

Los tiempos de espera son de 2 a 3 meses en los dientes inferiores y de 3 a 4 en los superiores. En este tiempo de osteointegración, una buena clínica tendrá la capacidad de ofrecer una solución estética para que el paciente no se vea obligado a mostrar una ausencia de piezas dentales. La alternativa óptima, pero no siempre posible, es la llamada carga inmediata.

La carga inmediata consiste en colocar una prótesis sobre el implante en el mismo momento de la cirugía. Esta técnica sólo es adecuada cuando se dan unas características de calidad ósea y estabilidad del implante idóneas. Incluso en los casos más afortunados, en que la carga inmediata se pueda aplicar sin problemas, hay que advertir que no es más que una prótesis provisional, cuya única función es estética. El implantólogo dará instrucciones al paciente para no dañar el implante usando sus prótesis provisionales demasiado pronto.

Si, por el contrario, el caso desaconseja la aplicación de carga inmediata, no hay que preocuparse: hay otras soluciones para no pasar el tiempo de osteointegración con una sonrisa poco estética. Por ejemplo, uno de los varios métodos protésicos que empleamos en la clínica Rehberger es la elaboración de férulas para cubrir las piezas ausentes. Así garantizamos que el paciente dispondrá de dientes desde el primer momento del tratamiento, en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia.

Confía en una clínica cuyo personal pueda acreditar su experiencia y reputación en la práctica de la implantología

Como estamos defiendo, una clínica dental no debe limitarse a ofrecer implantes. Lo que debe ofrecer es intervenciones implantológicas de calidad. Para ello, el material es importante (hablaremos más delante de él). Pero lo fundamental es el equipo llamado a realizar estas intervenciones.

En muchas clínicas, de las que se han sumado a la fiebre de la oferta de implantes dentales, sus profesionales no tienen los conocimientos suficientes para realizar intervenciones con garantías.

Cuanta más pericia, experiencia y reputación atesore el equipo de una clínica dental, más técnicas distintas podrán acometer. Y, por tanto, más capacidad tendrán de ofrecer la respuesta que le conviene a cada paciente.

Cabe el siguiente consejo a la hora de escoger clínica: pregunta cuántos facultativos están presentes durante la colocación de un implante. En algunas clínicas, de dudosa profesionalidad, creen que un odontólogo y una enfermera se bastan para completar un proceso tan complejo como una cirugía implantológica. Por el contrario, en la Clínica Rehberger López-Fanjul, nunca hay presentes menos de cuatro especialistas: cirujano maxilofacial, médico estomatólogo, anestesista y enfermera. Todos ellos son imprescindibles.

Cirujano maxilofacial

El cirujano maxilofacial es quien ejecuta la intervención, y sus manos cargan con toda la responsabilidad. Su perfil es imprescindible a la hora de realizar intervenciones avanzadas, pero también es su pericia la que responderá en caso de que una intervención se complique.

«La innovación en técnicas, en herramientas y en materiales es un importantísima para que las intervenciones evolucionen y, con ellas, la satisfacción de los pacientes. Ni los cirujanos ni los odontólogos pueden quedarse quietos, esperando a que sus procedimientos se vuelvan obsoletos: hay que aprender y aprender y aprender». Dr. Federico Rehberger

El doctor Federico Rehberger es el cirujano maxilofacial interno en la clínica Rehberger López-Fanjul. A pesar de su juventud, ya posee un historial muy rico en intervenciones implantológicas. Es, además, experto en implantología avanzada, así como en otras disciplinas.

Anestesista

La presencia de un anestesista durante la intervención permite practicar técnicas menos agresivas, más eficaces, y más cómodas para el paciente, como hemos explicado más arriba.

Además, su presencia es fundamental para monitorizar la estabilidad del paciente durante la intervención y facilitar la posterior reanimación. No es recomendable que el mismo odontólogo sea quien supervisa la anestesia: ni es un especialista ni podrá prestar la suficiente atención mientras interviene.

En la Clínica Rehberger López-Fanjul, contamos con la colaboración de la doctora Itziar Tranche, quien administra la anestesia y supervisa todas las intervenciones.

Médico estomatólogo

Un médico estomatólogo supera en conocimientos anatómicos y fisiológicos a un dentista. Por tanto, está más capacitado para elaborar el diseño de los implantes a medida de cualquier paciente. Y, por supuesto, para responder en casos de emergencia.

El doctor Guillermo Rehberger es nuestro Director Médico, además del médico estomatólogo que supervisa cada estrategia individual relacionada con tratamientos implantólogicos en la clínica Rehberger López-Fanjul. Su dilatadísima experiencia, de casi 40 años dirigiendo nuestra clínica, garantiza el saber hacer.

La tecnología juega un papel clave en el implante dental

Desde los equipos de radiodiagnóstico hasta los materiales biocompatibles que se utilizan para fabricar los implantes, la tecnología facilita las intervenciones y mejora las posibilidades de éxito.

Una clínica de calidad confía en el escáner para descartar sorpresas en la intervención implantológica.

Una de las herramientas más importantes para colocar un implante dental ni siquiera está en el quirófano: se trata del escáner. El escáner CBCT (tomografía computerizada en haz de cono) aporta información en las tres dimensiones del espacio. Esto es una gran ventaja con respecto a otros tipos de radiodiagnóstico, como la ortopantomografía, pues muestra unas dimensiones exactas de la fisionomía del paciente, que no se ven deformadas al pasarlas a dos dimensiones. Es como la diferencia entre disponer de un mapamundi o de un globo terráqueo: la traducción de las tres dimensiones del globo al mapa hace que se distorsionen las dimensiones de algunos de los continentes; con los arcos dentales ocurre lo mismo. Desvela, con una nitidez asombrosa, información importante, como el volumen óseo del maxilar, la alineación de las raíces dentales, el proceso alveolar, etc.

Pero es que, además, el escáner determina, no solo la cantidad, sino también la calidad del hueso que vamos a tratar. Refleja estructuras nerviosas y vasculares para que podamos protegerlas y aumentar la seguridad de la cirugía.

En clínicas como la nuestra, las pruebas diagnósticas y la toma de medidas fisonométricas del paciente ocuparán todo el tiempo necesario. El escáner garantiza que el hueso tiene volumen, indica el lugar por donde podemos fresar y nos ahorra sorpresas desagradables.

«La inversión en equipos de radiodiagnóstico es un esfuerzo imprescindible para darle al paciente un servicio preciso y seguro. Porque siempre es mejor estar preparados que tener que hacer correcciones en mitad de la intervención». Dr. Federico Rehberger.

Sin embargo, esto no quiere decir que las radiografías tradicionales, como las ortopantomografías, no sean de utilidad, pues aportan información complementaria, aunque incompleta. Nuestro cirujano maxilofacial, el doctor Federico Reheberger, se apoya en ambos métodos para guiar su intervención.

El material para las prótesis y los implantes dentales debe ser de la mayor calidad.

Como decimos siempre, el material de un implante entra en nuestra boca para quedarse allí para siempre. Y, además, tiene que alojarse en tejido vivo. Las superficies de un implante poseen poros microscópicos para que los osteoblastos (las células que componen los huesos) puedan recubrirlo con más facilidad.

Por tanto, el material con el que se fabrican ha de ser de vanguardia, totalmente biocompatible, con garantía y de procedencia acreditada. Es importante que, a la hora de escoger clínica dental, preguntes por la reputación de sus proveedores.