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¿Cómo cuidar de los Implantes Dentales?
El cuidado de tus implantes dentales es crucial para que duren toda una vida. Las prótesis encuentran alojamiento en el tejido vivo de tu boca, por lo que seguir las recomendaciones para su cuidado favorece, además, tu salud bucodental. No es necesario nada fuera de lo común para cuidar unos nuevos implantes. Tan sólo llevar unos hábitos sensatos: los mismos que se recomendarían a cualquier persona sin implantes, pero prestando un poco más de atención. En este post te explicamos en qué consisten esos hábitos, por si acabas de colocarte implantes dentales o estás pensando en hacerlo.
Consejos para cuidar bien de tus Implantes Dentales
Los avances en implantología han mejorado la calidad de vida de miles de pacientes en todo el mundo. Saber que una pieza dental propia puede ser sustituida por una nueva, que se adaptará a nuestra boca como la original, es una tranquilidad. Sobre todo para aquellas personas que van cumpliendo años o para quienes siempre han sufrido problemas en dientes o encías. Actualmente, gracias a las técnicas más avanzadas y a la tecnología con que contamos en la clínica dental Rehberger López-Fanjul, es posible implantar piezas dentales incluso en casos en los que la masa ósea muestra escaso volumen. Y más aún: las innovaciones siguen aportando medios para que todos los pacientes dispongan de una dentadura funcional y sana de por vida.
Sin embargo, no podemos pensar que una vez que se nos realiza un implante odontológico termina nuestra responsabilidad. Las prótesis dentales necesitan tanto cuidado o más que los dientes originales. Solo Así conseguiremos que el implante conserve su estabilidad y las encías que lo rodean se mantengan siempre sanas. Por tanto, si acabas de someterte a una cirugía implantológica, o estás a punto de hacerlo, no olvides estos consejos para cuidar de los implantes dentales.
Higiene bucal: lo más importante para conservar tus implantes como el primer día
Los implantes dentales se insertan sobre tejido vivo (hueso y encía) y conviven con un sinfín de bacterias y gérmenes que luchan por prosperar en distintas zonas de la cavidad bucal. Si las bacterias ganan esa lucha, pueden provocar daño en el tejido que rodea los implantes. Y si eso ocurre, los implantes también sufrirán ese perjuicio: la inflamación de la encía llegará a afectar al hueso en el que se ha alojado el implante, desestabilizándolo. El término médico que describe esta patología es periimplantitis, por su similitud con la periodontitis (inflamación de las encías que rodean al diente original). Y el nombre no es la única similitud: la forma de prevenir ambos problemas también coinciden. Hablamos, claro, de higiene bucal.
«Un paciente con una prótesis dental debe ser aún más cuidadoso con sus hábitos higiénicos y sanitarios, pues un problema periodontal puede poner en riesgo el correcto alojamiento del implante» Dr. Guillermo Rehberger.
El aliado más poderoso para el mantenimiento de los implantes dentales: el cepillo de dientes
Si el mayor peligro para tus implantes es la placa bacteriana, el enemigo natural de ésta es un viejo conocido: el cepillo de dientes. Es necesario insistir en la necesidad de cepillarse los dientes después de cada comida. Y también hay que recordar la forma correcta de hacerlo: colocando el cepillo en un ángulo de 45º con las encías y moviéndolo en desplazamientos cortos, que cubran los dientes por completo; es, asimismo, importante utilizar un dentífrico con flúor para potenciar la ofensiva contra la placa bacteriana. El uso de cepillos eléctricos, con cabezal rotatorio, también nos ayuda a conseguir un correcto cepillado.
«No todo el mundo se lava los dientes correctamente, y esto, en caso de pacientes con prótesis dentales, puede poner el riesgo la estabilidad del implante» Dr. Guillermo Rehberger.
Enjuagues, seda y otros apoyos para tu higiene oral
Los enjuagues con colutorios antibacterianos constituyen un buen refuerzo para cuidar de los implantes dentales, pues ayudan a prevenir las inflamaciones y el sangrado de las encías que recubren los implantes. Sin embargo, hay que subrayar que nunca sustituyen al cepillado, sino que lo complementan. De la misma forma, conviene tener en cuenta esas herramientas que nos permiten alcanzar recovecos poco accesibles, en los que tienden a acumularse restos de comida que pueden dar lugar a infecciones: la seda dental y el cepillo interdental nos ayudarán a mantener limpias esas zonas complicadas.
Otra herramienta muy recomendable para aquellas personas que tienen prótesis odontológicas es el irrigador dental de agua a presión. Este instrumento concentra un potente chorro de agua sobre la superficie de la cavidad bucal que se quiera limpiar, por ejemplo, las encías que recubren un implante. De esta forma, el agua arrastra la suciedad y los restos de comida, reduciendo el riesgo de que las bacterias se reproduzcan y pongan en riesgo la estabilidad del implante.
Siguiendo estos consejos de higiene bucodental, cuidar de los implantes dentales siempre será una tarea más facil.
Acudir al dentista para realizar revisiones y mantenimientos de tus implantes con regularidad
Acudir con cierta frecuencia al dentista le ayudará a cuidar de sus implantes dentales. Por mucho que el paciente siga unos rigurosos hábitos de higiene oral, hay complicaciones que sólo puede prever o solucionar un profesional de la odontología. En la clínica Rehberger López-Fanjul, trás varias décadas dedicados a la salud dental, tenemos una dilatada experiencia en el área de la implantología. Siendo pioneros de la cirugía implantológica en la ciudad de Oviedo, dedicamos gran parte de nuestro tiempo a hallar y adoptar innovaciones que perfeccionen los procedimientos. Por ejemplo, hacemos uso de Factores de Crecimiento para la regeneración ósea, que facilita el alojamiento del implante en el tejido vivo. Utilizamos técnicas anestésicas como la sedación consciente, que nos permiten realizar tratamientos más seguros y en menos tiempo. Y también recurrimos a técnicas alternativas, como el implante cigomático, en pacientes cuya falta de hueso no permite poner un implante convencional. Con esta experiencia, identificar un posible problema que pueda suponer un riesgo para la estabilidad de un implante es sencillo.
«Nuestros conocimientos en implantología nos permiten, por una parte, introducir innovaciones que facilitan mucho las intervenciones y, por otra, ofrecer las mayores garantías a nuestros pacientes» Dr. Federico Rehberger.
Revisión y mantenimiento de los implantes en la clínica
En las revisiones rutinarias, los profesionales de la salud bucodental tomarán las medidas oportunas para asegurar que los implantes dentales se mantienen correctamente adheridos al tejido, con total estabilidad. Las radiografías (ortopantomografías), los escáneres 3D (TAC) y la radiología intraoral son métodos que permiten comprobar la evolución del hueso. También se sondan los implantes para comprobar su estabilidad. En caso de que el dentista detecte pérdida en el tejido óseo, podría diagnosticarse una periimplantitis. Además de esto, el especialista puede efectuar raspados o ajustar las piezas de la prótesis en caso de que sea necesario.
Limpiezas bucodentales profesionales
Los odontólogos e higienistas dentales pueden detectar y eliminar esa placa bacteriana contra la que a nosotros nos es más difícil luchar. Por eso, tengas implantes o no, es recomendable someterte a una o dos limpiezas dentales al año. En clínicas como Rehberger López-Fanjul, disponemos de medios de los que no se dispone en los hogares. Por ejemplo, es habitual el uso de detectores de placa bacteriana: unas tinturas compuestas de eritrosina, que tiñen de azul o rosa las zonas de la cavidad bucal donde las bacterias han logrado desarrollarse. De esta forma, el dentista puede incidir en esa área con mayor empeño.
Además de eso, si se revela una buena cantidad de placa, se puede informar al paciente de que sus hábitos de higiene bucodental no son correctos, y sugerirle algún cambio en sus procedimientos. También es común el raspado de sarro mediante una cureta, la irrigación con agua con bicarbonato a presión, para eliminar manchas, o el pulido del esmalte con pasta fluorada blanqueadora. Si el paciente posee prótesis dentales, se prestará especial atención para que la limpieza sea exhaustiva en esa zona.
Implante sano “in corpore sano”: llevar una vida saludable hace que tus prótesis dentales duren más
Más allá del ámbito estrictamente bucodental, hay otros factores que pueden provocar el fracaso del proceso implantológico. Una diabetes descontrolada hace que la intervención se contraindique, no sólo porque reduce la posibilidad de obtener un buen resultado, sino porque se estaría poniendo en riesgo la salud del paciente. Lo mismo ocurre con la hipertensión severa. Siendo estas dos patologías muchas veces consecuencia de unos malos hábitos de vida, podemos afirmar que una buena alimentación, evitar el sobrepeso y practicar ejercicio favorecen el éxito de la cirugía implantológica.
«El buen estado de salud de los pacientes siempre facilita muchísimo cualquier intervención y el éxito de cualquier proceso, incluidos aquellos que tienen que ver con la implantología» Dr. Federico Rehberger.
De la misma manera, consumir tabaco y alcohol no es recomendable, sobre todo en el período de tiempo inmediato a la intervención. El tabaco perjudica notablemente a la cicatrización y la recuperación de masa ósea, por lo que lo óptimo es dejar de fumar una vez que se haya colocado la prótesis dental. A su vez, el consumo de alcohol está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades periodontales, lo que, tal y como hemos explicado anteriormente, supone, a su vez, un peligro para la estabilidad de los implantes.
Por último, quien posee una prótesis odontológica debe evitar utilizar su boca para fines que escapen sentido común. Nada de utilizar los dientes a modo de alicates, para abrir tapones o partir la cáscara de los frutos secos. Un implante odontológico trata de convertirse en una pieza dental vitalicia, con la mejora en la calidad de vida que ello supone. Pero requiere cumplir un mínimo de responsabilidades para que nos acompañe siempre, en buen estado y plenamente funcional.