Hace unas semanas hablábamos de carillas dentales, para qué sirven y cuándo están indicadas, y de las ventajas y desventajas de sus tipos. Hoy vamos a centrarnos en las principales preocupaciones de los pacientes que deciden someterse a este tratamiento.
¿Qué tenemos que hacer en el diente para después colocar las carillas?
Aunque tendemos a ser lo menos agresivos con los dientes en este caso, tenemos que eliminar una pequeña capa del esmalte para después colocar el material en cuestión. En casos de dientes que están colocados más hacia fuera, deberíamos eliminar un poco más de material y en casos de dientes más hacia el paladar, tendríamos que quitar menos, esto depende de la posición del diente.
Una vez que hemos preparado el diente, tomaremos una impresión para que el laboratorio dental tenga la información suficiente para realizar la carilla. El color de los dientes será parecido al de sus otros dientes para que el tratamiento parezca lo mas natural posible, siempre que el paciente esté conforme con ello.
Este tratamiento consta de dos visitas (en casos simples de composite, una será suficiente):
– 1ª visita: en que se prepara el diente, se tomaran las impresiones y se enviará al laboratorio y se colocarán unos provisionales mientras esperamos por los definitivos.
– 2ª visita: una vez el laboratorio tenga realizada la carilla se citará al paciente y antes de colocarla se enseñara en busca de su conformidad; una vez hecho esto se procederá a colocarla.
¿Nos va a molestar este tratamiento?
Aunque en general no es necesario, este tratamiento puede ir ayudado con un poco de anestésico local para que no exista ningún tipo de molestia ni dolor durante el tratamiento. Una vez acabado el tratamiento no suele existir ningún tipo de molestia pero en caso de aparecer, con un analgésico sería suficiente para paliar el dolor/molestia.
¿Cómo cuidar de las carillas dentales?
No necesitan mucho mantenimiento pero si cierto cuidado ya que si comemos algunos alimentos sin precauciones podríamos llegar a comprometer el estado de las carillas. El desgarro al traccionar de un bocadillo o al morder una manzana verde bruscamente podría saltarnos o, en el peor de los casos, fracturarla.
Hay que tener en cuenta que las carillas son un tratamiento de estética dental y, por lo tanto, no pueden utilizarse en caso de que existan problemas de salud bucodental que requieran ser tratados, ya que las carillas estéticas sólo los enmascaran, pero no los solucionan. Por esto, los problemas de salud deben ser tratados antes de colocar las carillas para evitar riesgos.