Las carillas dentales son un tratamiento en el que se coloca una capa de porcelana u otro material del color del diente sobre las superficies estéticas de los dientes para corregir el esmalte desgastado, la alineación de los dientes desiguales, la diferencia de tamaño, pequeñas malposiciones, la decoloración o las grietas.
¿Para qué sirven y cuando está indicado este tratamiento?
Las carillas sirven para solucionar muchos problemas estéticos en el frente anterior de la dentadura:
El desgaste natural: el desgaste dental es normal con el paso del tiempo y puede disminuirnos el tamaño de los dientes o dejarnos un aspecto desigual.
Tinciones: Se utilizarán en caso de tinciones de nacimiento como fluorosis, por tetraciclinas, etc.
Genético: Dientes pequeños (microdoncia), pequeñas malposiciones o separaciones (diastemas),
Fracturas dentales: en algunas fracturas de los dientes anteriores también está indicada la colocación de carillas.
¿Qué tipos de carillas existen?
Existen dos tipos según el material:
1. Resinas compuestas (composite).
Ventajas:
– En casos sencillos, con este material se necesitará solo una visita al dentista.
– No requieren de mucha preparación.
– Se puede ajustar el color y la forma durante el tratamiento en la clínica.
– Se pueden reparar fácilmente en caso de rotura.
– Son más económicas.
Desventajas:
– Se tiñen con el tiempo.
– Son más frágiles y tienen una vida útil menor.
– Pueden desconcharse con el tiempo.
– Mayor tiempo en la consulta.
– Menos estético.
2. Porcelana.
Ventajas:
– Más estético y natural.
– Altamente resistentes.
– El color permanece estable con el tiempo.
Desventajas:
– Son más caras.
– No se podrían reparar en caso de fractura.
– Necesita de dos consultas debido a su confección en un laboratorio dental.
En una próxima entrega hablaremos de algunas preguntas habituales de nuestros pacientes antes de comenzar el tratamiento de carillas dentales.