Índice de contenidos
- 1 6 razones para no aplazar tu tratamiento
- 1.1 1. Porque las clínicas son seguras
- 1.2 2. Porque un dolor de muelas puede esconder un problema muy serio.
- 1.3 3. Porque una infección bucodental no es sólo una infección bucodental.
- 1.4 4. Porque el dentista detecta tumores peligrosos precozmente.
- 1.5 5. Porque no colocarte un implante a tiempo puede añadir complicaciones.
- 1.6 6. Porque las restricciones que impone la pandemia pueden ser, sin embargo, adecuadas para un postoperatorio.
- 1.7 ¿Tienes alguna pregunta?
6 razones para no aplazar tu tratamiento
Los problemas derivados por la pandemia de coronavirus son muchos. Los más graves son los que tienen que ver con la salud. Y no todos se derivan de contraer el covid 19. Las restricciones y el miedo al contagio están haciendo que muchos pacientes ignoren dolencias, como las bucodentales, que pueden suponer un riesgo serio.
Pocos van a recordar 2020 como el mejor año de sus vidas. La pandemia de la covid 19 ha colmado la rutina de miedo, nos ha empobrecido y nos ha alejado de nuestras personas queridas. Y, como añadido, la transmisión del covid no es el único efecto pernicioso para la salud que está teniendo el coronavirus.
Muchas voces están alertando de un serio problema derivado de los confinamientos, la sobresaturación sanitaria y el miedo al covid: que se descuide la prevención de otras enfermedades. Las visitas y revisiones a todo tipo de especialidades se ha reducido y eso está haciendo que, patologías que normalmente tienen buen pronóstico, pierdan el factor de la detección precoz.
Una de esas especialidades es la odontología. Existe la percepción errada de que los problemas bucodentales se pueden aplazar. Pero no debemos olvidar que, no hace tanto tiempo, las infecciones en la boca constituían una importante causa de mortalidad. Por tanto, partiendo de la premisa de que las clínicas dentales son seguras, un paciente puede correr más riesgos cuando no visita a su dentista que cuando lo hace.
Por otra parte, podemos mencionar los tratamientos quirúrgicos de estética facial como algo que los pacientes no consideran apremiante y que optan por aplazar en estos momentos difíciles. Sin embargo, como trataremos de explicar varias veces a lo largo de este artículo, si tenemos en cuenta que la seguridad en los centros y quirófanos está garantizada, y que estas cirugías apenas suponen un riesgo de complicación, hay que mencionar un hecho: que quizá las condiciones sociales que impone la pandemia puedan ser las más apropiadas para guardar las precauciones que exige un postoperatorio de cirugía estética.
Dicho esto, ¿por qué no debemos bajo ningún concepto aplazar ese tratamiento que necesitamos?
1. Porque las clínicas son seguras
Esta es la razón más poderosa de todas cuantas vamos a citar. Porque si las clínicas son seguras, el resto, es decir, los beneficios de visitar con regularidad al dentista, ya los conoces.
En la primera ola de la pandemia, la pasada primavera, aún no estábamos familiarizados con los patrones de contagio del coronavirus. Por eso los cierres fueron masivos, y tenían que ser así. Ahora mismo, por el contrario, ya tenemos una idea más clara de dónde hay más probabilidades de transmisión de covid 19. Un lugar en el que es muy difícil contagiarte es en una clínica, ya sea dental o de otra especialidad.
Siempre que se cumplan las medidas de seguridad, claro está.
«En nuestra clínica hemos invertido lo necesario para garantizar la seguridad de nuestros pacientes, por eso queremos insistir en que ignorar un problema dental puede ser un peligro mucho mayor que venir a visitarnos» Dr. Guillermo Rehberger.
En la clínica Rehberger López-Fanjul, desde el primer momento de la pandemia, nos ocupamos con especial cuidado de hacer acopio de material sanitario de protección. Equipamos adecuadamente a nuestros profesionales con batas, gorros, pantallas, mascarillas, guantes, productos de desinfección… Les proporcionamos la formación adecuada, específica para este coronavirus, que vino a sumarse a la que ellos ya dominan por el desempeño de su profesión.
Asimismo, establecimos un protocolo estricto para mantener nuestras instalaciones libres de covid: desinfección antes y después de cada visita, ventilación adecuada, marcaje de los espacios para mantener las distancias de seguridad, etc.
Y, por supuesto, asumimos todas las precauciones para recibir al paciente con garantías. Se practica un cuestionario telefónico en el momento en que el paciente pide cita. Al entrar en nuestras instalaciones, se le entregan calzas, gorro, guantes y bata. Se le toma la temperatura con un termómetro contactless y se le practica un lavado de manos. Y se le atiende de forma que siempre mantenga una distancia adecuada y esté en contacto con el menor número de personas posible.
Con estas precauciones, el riesgo de contraer la enfermedad es muy reducido. Y los datos no mienten: los contagios en instalaciones sanitarias están siendo mínimos.
2. Porque un dolor de muelas puede esconder un problema muy serio.
Las patologías más comunes en la boca son las caries y las enfermedades periodontales. Pero que sean las más comunes y que tengan una solución relativamente sencilla no quiere decir que no impliquen un riesgo. De hecho, reparar los problemas generados por estas infecciones es más fácil cuanto antes se detecten. Pero si se abandonan, pueden tener consecuencias desastrosas.
Tanto una caries como una periodontitis supondrían la pérdida de la pieza dental, de no ser frenadas a tiempo. Pero no sólo eso: una infección puede llegar a complicarse lo suficiente como para que el paciente acabe en la UCI. Tal ese el caso de problemas graves como la angina de Ludwig, de origen dental.
Por tanto, si tienes dolor de muelas o encías, ten esto por seguro: es más peligroso no acudir al dentista que acudir.
3. Porque una infección bucodental no es sólo una infección bucodental.
En muchas ocasiones hemos mencionado un hecho que los estudios científicos no hacen más que corroborar desde hace más de una década: los patógenos presentes en infecciones bucodentales son responsables de graves patologías en los lugares más dispares del cuerpo humano. Una bacteria que ha prosperado en una encía insana es capaz de provocar (o aumentar las probabilidades de que se sufra) lesiones musculares en cualquier punto de nuestra fisionomía o, incluso, accidentes cardiovasculares.
Este hecho probado se produce porque, a través de unas encías infectadas, las bacterias encuentran un fácil acceso al torrente sanguíneo. Esto supone el factor inflamatorio más importante que puede verterse en nuestro sistema circulatorio. Por este motivo, los pacientes que han sufrido una enfermedad periodontal agresiva tienen más probabilidades de sufrir un problema de corazón en el futuro.
Por tanto, si tienes las encías inflamadas desde hace días, no esperes más. Visita a tu dentista antes de que la patología aumente.
4. Porque el dentista detecta tumores peligrosos precozmente.
En la clínica Rehberger López-Fanjul podemos dar testimonio: cuántas veces ha venido un paciente por una revisión rutinaria, una limpieza dental, un blanqueamiento… y eso le ha salvado, literalmente, la vida.
Los tejidos de la boca es un lugar propicio para que se formen tumores. Algunos de ellos son malignos. El problema es que suelen ser pequeños e indoloros, casi siempre difíciles de ver. Por eso, el paciente no les da ninguna importancia.
Pero para algunos de los especialistas vinculados a las clínicas dentales son fáciles de distinguir. En cuanto nuestro cirujano maxilofacial da con una acumulación de tejido sospechosa, que quizá sangra o se encuentra ulcerado desde hace días, sin cerrarse, recomienda una biopsia de urgencia.
El diagnóstico precoz es fundamental en este tipo de casos, y es una función que cumplen los cirujanos maxilofaciales de la que no se habla demasiado.
5. Porque no colocarte un implante a tiempo puede añadir complicaciones.
Si recientemente has perdido un diente o una muela, y luces un agujero en tu arco dental, ten en cuenta que no solo tienes un problema estético. La funcionalidad de tu dentadura se está viendo afectada y eso puede tener consecuencias en la estructura que la sostiene.
En primer lugar, los dientes se desplazan. Al perder el apoyo de una de las piezas que conforman el arco, los otros dientes tienden a empujar hacia el espacio libre, hasta invadirlo. Por tanto, cuanto más tiempo dejes pasar sin colocarte un puente dental o un implante, más complicado será hacerlo luego, pues no habrá tanto espacio.
En segundo lugar, en aquellos puntos donde no se efectúa la masticación, el hueso alveolar que sostenía la pieza dental se reabsorbe, es decir, se encoge, hasta quedar notablemente retraído (por eso nuestros abuelos tenían esa “sonrisa de viejo” cuando se quitaban la dentadura postiza). Esto, además de producir un efecto estético negativo, también puede comprometer la colocación del implante cuando llegue el momento. Porque se habrá perdido volumen óseo.
6. Porque las restricciones que impone la pandemia pueden ser, sin embargo, adecuadas para un postoperatorio.
Este motivo sirve tanto para tratamientos bucodentales, como para cualquier otro tratamiento que un paciente precise. También para las intervenciones estéticas faciales, como las que practica el doctor Federico Rehberger.
«Nuestras instalaciones son totalmente seguras y las intervenciones que practicamos implican muy poco riesgo de complicación. Por eso nos atrevemos a animar a nuestros pacientes a que aprovechan las circunstancias de las restricciones del coronavirus para que los postoperatorios sean más llevaderos.» Dr. Federico Rehberger.
Partamos, una vez más, de que las condiciones de los centros sanitarios donde se realizan este tipo de intervenciones son seguras, pues las posibilidades de contagiarse en ellos son más bajas que en otros lugares. Y ahora pensemos en las ventajas que supone pasar un postoperatorio con las condiciones de restricción actuales:
- Menos renuncias: como la vida social, los bares, los espectáculos, la cultura, ya se encuentran restringidos, no serán las exigencias de un postoperatorio las que te obligarán a renunciar a esas actividades que te gustan.
- Más tiempo en casa: el teletrabajo y la recomendación de permanecer en casa para reducir el riesgo de contraer covid 19 es compatible con esos días de precaución que se te piden tras una intervención quirúrgica; en casa mejor que en ningún sitio.
- Menos exposición: tanto el permanecer en casa como establecer menos contacto con amigos o compañeros de trabajo, o la necesidad de llevar mascarilla son factores que nos ayudan a esconder la inflamación o los hematomas propios de una operación facial reciente.
- Menos riesgo de infección: las recomendaciones de higiene en las que tanto se insiste para reducir el riesgo de contagio de covid (lavado de manos, no tocarse la cara, desinfección, etc) valen también para evitar infección en las suturas y zonas que han sido intervenidas.
Como ves, los motivos para no aplazar un tratamiento son sólidos. El principal es que las clínicas profesionales, como la clínica Rehberger López Fanjul, cuidan al milímetro la seguridad para que el riesgo de contagio sea mínimo. Es posible que el coronavirus nos esté negando muchas cosas, pero lo que no podemos permitir es que el miedo nos provoque un problema de salud mayor que el que tratamos de evitar.